Es importante resaltar que durante los primeros seis meses del 2019 se han producido 201.543 toneladas de derivados de lácteos, mientras que en el 2020 la cifra aumentó a 269.447 toneladas, siendo el queso el producto lácteo con mayor producción y demanda en el mercado nacional.

Se estima que el incremento del consumo per cápita en el último decenio es del 81%, pasando de 2,4 a 4,3 kilos por persona al año, aunque aún muy por debajo de países grandes consumidores de queso como Grecia 37,4 kg, Francia 26 kg, Estados Unidos 14 kg, Argentina 12 kg, entre otros.

En el Perú, el 43% de la producción nacional de leche se destina para la elaboración de derivados lácteos, principalmente quesos. Esta actividad la realizan en su mayoría pequeños y medianos productores de las diversas regiones del país.

Como producto lácteo, el queso destaca por ser un alimento rico en proteínas y grasas, lo cual varía en función al queso elegido. Aporta calcio, vitamina D y minerales como potasio y fósforo.

El Ministerio de Agricultura y Riego, con la finalidad de mejorar la calidad e inocuidad de los derivados lácteos que se producen el país, viene desarrollando e impulsando la cadena láctea, con la siembra de pastos cultivados, el mejoramiento genético, el fortalecimiento de capacidades de los productores, así como también la instalación de la Comisión Multisectorial de Lácteos liderada por el MINAGRI, en donde participan también el Ministerio de la Producción y el Ministerio de Salud.

“Estamos satisfechos con los resultados del trabajo que realizamos desde la Dirección General de Ganadería del Ministerio de Agricultura y Riego junto a los gobiernos regionales, locales, los productores de leche y las plantas de derivados lácteos. Nuestro objetivo es fomentar la producción y el consumo de productos lácteos de calidad, desde la materia prima hasta su transformación”, sostuvo el Director General de la Dirección de Ganadería, Christian Barrantes. Asimismo, agregó que actualmente, se estima que el consumo per cápita de quesos es de 4,35 kilogramos.

Cabe resaltar que también se viene fomentando que los productos lácteos cuenten con registro sanitario, así también que las plantas de procesamiento de derivados lácteos cuenten con las certificaciones como Buenas Prácticas de Manufactura – BPM y Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control – HACCP, lo que garantiza la producción de productos lácteos inocuos y de calidad, para que lleguen a mercados competitivos, tanto nacionales como internacionales