La perspectiva agroclimática de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) reveló una serie de eventos que podrían afectar la producción agrícola en el país en la primera semana de junio. Las lluvias alcanzarían como máximo 25 milímetros en las principales zonas productivas.
De la mano de vientos tropicales, se pronostica un moderado aumento en las temperaturas, aunque no se espera que superen los registros normales para esta época del año, con la excepción de algunas áreas en el norte del país.
Simultáneamente, se prevé el paso de un frente que generará escasas precipitaciones en la mayoría de las regiones agrícolas, excepto en el norte, donde se espera una mayor concentración de lluvias. Además, se pronostican nevadas en la Cordillera y el norte de la Patagonia.
El proceso culminará con la entrada de aire polar, lo que traerá consigo un descenso térmico significativo y aumentará el riesgo de heladas en las zonas montañosas y serranas. Esto incluye las serranías pampeanas y algunas áreas del sur de Uruguay.
Con el ingreso del aire polar, se prevé un descenso de las temperaturas mínimas y un mayor riesgo de heladas en varias regiones. El este del noroeste argentino, la mayor parte del Chaco, el sudeste de Paraguay, el centro y el sur de la Mesopotamia, y el norte de la Región Pampeana experimentarán temperaturas mínimas superiores a 10°C, con focos específicos que podrían superar y otros que podrían caer por debajo de ese umbral.
En el centro del noroeste argentino, el centro de Cuyo, las serranías de la Provincia de Buenos Aires y el oeste de La Pampa se pronostican temperaturas mínimas entre 0 y 5°C, con riesgo de heladas. (Fuente: BCBA).
El centro del noroeste argentino, el este de Cuyo, Misiones, la mayor parte de la Región Pampeana se espera que el centro del noroeste argentino, el centro de Cuyo, las serranías de la Provincia de Buenos Aires y el oeste de La Pampa registren temperaturas mínimas entre 0 y 5°C, con riesgo de heladas localizadas.
Además, las áreas serranas y cordilleranas experimentarán temperaturas mínimas inferiores a 0°C, con focos específicos que podrían tener registros aún más bajos y un riesgo generalizado de heladas.