El hidrógeno a menudo se menciona como un combustible alternativo, pero sus críticos se apresuran a señalar la principal desventaja de su uso, y es que gran parte proviene del craqueo de los combustibles fósiles. Este problema se está abordando en Alemania, donde el estado de Baviera está desarrollando una estrategia de hidrógeno verde en asociación con Hydrogen Alliance, un grupo de empresas que buscan formas de utilizar el gas como combustible.
La agrupación se conoce como el Centro H2, y juntas las empresas involucradas están desarrollando una estrategia que reconoce el hecho de que cualquier combustible, o combustibles, que surjan como reemplazo de los combustibles fósiles, necesitará una infraestructura para producirlo y distribuirlo.
Todavía se está trabajando en el plan, pero la estrategia original requería que se abrieran 100 estaciones de servicio de hidrógeno para este año. No se sabe si ese objetivo se ha cumplido, pero otros elementos del plan parecen igualmente ambiciosos, aunque algo vagos.
Se habla mucho de esforzarse y acelerar procesos y aplicaciones, pero una revisión de los comunicados de prensa del Centro H2 indica que el progreso práctico va un poco por detrás de la necesidad de viajes y reuniones en todo el mundo.
Sin embargo, ha habido algunos avances prácticos en el frente agrícola y forestal, con el establecimiento del proyecto modelo agrícola H2Agrar en Baja Sajonia. Esto se ha establecido para analizar el potencial de una infraestructura de hidrógeno para uso agrícola.
Como parte del proyecto, Fendt está desarrollando dos prototipos de tractores propulsados por hidrógeno impulsados por celdas de combustible en lugar de combustión de hidrógeno.
Las celdas de combustible son mucho más eficientes, pero requieren platino en sus catalizadores, lo que las convierte en una perspectiva más costosa que convertir un motor a combustión de hidrógeno.
Estos tractores se utilizarán en condiciones reales en dos granjas agrícolas de prueba en la región de Haren durante todo el período del proyecto.
Dentro del proyecto, se determinará el consumo de hidrógeno de los tractores y, al mismo tiempo, se definirán los requisitos técnicos para una infraestructura de hidrógeno adecuada para la agricultura.