La cosecha de maíz finalizó con un acumulado de 46,5 millones de toneladas, lo que representa una suba de 9,5 millones (25,68%) respecto a la última campaña agrícola que estuvo fuertemente afectada por la sequía. La diferencia la hicieron los rindes, porque el área sembrada resultó similar: 7,6 millones de hectáreas.
“Damos por finalizada la cosecha de maíz grano comercial, aunque restan por recolectar lotes de segunda y tardíos en el sur del área agrícola, que no modificarán nuestra proyección de producción de 46,5 millones de toneladas”, informó este jueves el Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).
La campaña estuvo caracterizada por la llegada de la “chicharrita” que afectó a los maíces tardíos, particularmente a los de fechas de siembra posteriores al 15 de diciembre.
El rinde medio de estos planteos se ubicó en 63,3 quintales por hectárea, lo que representa una merma del 17,8% respecto al promedio de 2018 al 2022.
Por otro lado, los planteos tempranos tuvieron buenos resultados en la zona núcleo, obteniéndose en promedio un rinde de 102 quintales por hectárea, permitiendo frenar en parte la caída en la producción nacional.
“Todo el centro y norte agrícola se vio afectado en alguna medida por el complejo de virus y bacterias asociado a Dalbulus maidis, lo que está teniendo un impacto en la intención de siembra de la campaña 2024/25″, advirtió la entidad porteña.
Luego de las lluvias de los días previos, la implantación está comenzando en el centro, asegurando el escape a la posible entrada de la plaga, aunque por el momento no se ha reportado presencia en las zonas de producción temprana del cereal.