La estimación nacional de la cosecha de trigo se ajustó a la baja en 800.000 toneladas (5,59%) en el último mes, al pasar de 14,3 a 13,5 millones de toneladas, según informó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Esto significa que habrá una menor liquidación de divisas del agro de cara a los próximos meses, en un momento en el cual el Banco Central sufre una escasez de reservas.
De esta forma, con una proyección de 13,5 millones de toneladas, la producción 2023/24 sería la segunda peor en los últimos 8 años y apenas 1,7 millones por encima del ciclo pasado, cuando se alcanzaron 11,8 millones de toneladas en medio de una de las peores sequías de la historia.
Con 550.000 hectáreas cosechadas, esto es un 10% de avance, se realizaron “ajustes negativos” en trigo. De este modo, el rinde estimado pasó de 28,3 a 26,4 quintales por hectárea.
A pesar de que se ajustó en 100 mil hectáreas la estimación de área sembrada en Córdoba, en esa provincia los rindes del cereal fueron golpeados.
“La sequía que siguió vigente en gran parte de las zonas productivas de Argentina hasta el 20 de octubre, el efecto de las heladas tardías y los posibles efectos de enfermedades fúngicas tras las lluvias mantienen un alto nivel de incertidumbre sobre el resultado de la actual campaña”, indicó la entidad santafesina.
A pesar de que se hizo todo para que el potencial triguero supere las 17 millones de toneladas, guarismo que se hubiese alcanzado bajo un escenario de clima normal, la continuidad de condiciones de sequía, que se prolongó por casi 3 años y 10 meses, no permitió la recuperación del cultivo.