En medio de un escenario difícil para la lechería en Argentina, algunas novedades recientes son consideradas positivas, especialmente en el ámbito exportador. La principal noticia alentadora es el aumento del precio internacional de la leche en polvo, el principal producto de exportación láctea del país, que ha alcanzado su nivel más alto en dos años en la plataforma Global Dairy Trade (GDT). Este avance, que llevó el precio de la leche en polvo a USD 3.559 por tonelada, supone una recuperación del 13% desde julio y del 21% a lo largo de 2023.
El incremento de precios es un estímulo importante para los exportadores argentinos, que ahora tienen mejores perspectivas para comercializar en mercados internacionales, a pesar de las retenciones que afectan al sector. Los contratos a futuro de leche en polvo también mostraron subas en las posiciones de diciembre y enero, lo que anticipa estabilidad en el mercado.
Además, en Brasil, principal cliente de Argentina, la leche en polvo y la mozzarella importadas desde Argentina siguen siendo más competitivas que las de origen local, lo que mantiene la demanda a pesar de las protestas de los productores brasileños. En septiembre, Brasil importó más de 10.600 toneladas de leche en polvo y registró un récord en las compras de quesos, consolidando el flujo comercial con el país vecino.
Sin embargo, la creciente búsqueda de nuevos mercados fuera del Mercosur por parte de Argentina y Uruguay podría alterar esta dinámica. Con los aumentos en los precios internacionales, estos países podrían redirigir parte de su producción hacia destinos como Medio Oriente y África, reduciendo su volumen de exportaciones hacia Brasil.
Por otro lado, el panorama global también ofrece señales mixtas, especialmente en China, el mayor importador de leche del mundo. Tras una caída prolongada en sus importaciones, se ha registrado una leve moderación en la baja, lo que representa una pequeña esperanza de recuperación en un mercado clave para la industria láctea global.
En resumen, aunque la lechería sigue enfrentando desafíos en Argentina, el aumento de los precios internacionales y la sólida demanda de Brasil ofrecen un respiro para el sector, a la vez que la búsqueda de nuevos mercados plantea oportunidades a futuro.