Por la falta de lluvias, la siembra de trigo se redujo en 200.000 hectáreas (2,89%) y se aleja la posibilidad de ser un récord, según analizó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en su informe de estimaciones a nivel nacional.
Hace un mes, se esperaba un área de intención de 6,92 millones, que de concretarse podía ser un nuevo hito. Pero julio sigue seco y junio dejó lluvias solo en la provincia de Buenos Aires. De ese modo, con casi el 90% implantado, la cifra de área para el cereal de invierno se recorta a 6,72 millones.
Después de junio, que pasó casi sin lluvias de importancia, excepto para Buenos Aires en el final del mes, julio sigue la misma tendencia. Y no hay pronósticos de agua hasta el 20 de julio. La circulación fría y seca evita el ingreso de humedad desde el norte.
“Por eso, destacamos el rol clave de las lluvias que se dieron en el territorio bonaerense y en algunos sectores del sur de Santa Fe y de La Pampa en la última semana de junio”, resaltó el reporte elaborado por el jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR, Cristian Russo.
En este ciclo 2024/25, el trigo implantó en forma temprana en el centro y norte de Argentina. “Pese al miedo de recientes campañas cuando las heladas tardías hicieron daño, en este ciclo se impuso la necesidad de cultivar el cereal. Mantener gramíneas en las rotaciones en el centro y norte del país tras el impacto de la chicharrita, y la necesidad financiera, tras 3 Niñas seguidas, forzaron la siembra contra reloj para ganarle a la desecación de la cama de siembra”, indicó el reporte.
El importante pulso húmedo que dejó el final del “Niño” con las significativas lluvias de marzo y abril fue clave para implantar el trigo.
“El norte y centro del país se apresuraron en completar la importante intención de siembra que había este año, aprovechando la humedad, sembrando incluso a más profundidad y con un inesperado aliado que fue el inédito calor de la primera quincena de junio, que incentivó un rápido establecimiento en lotes sembrados hasta 7 centímetros de profundidad”, pormenorizaron.