“A través de este proceso totalmente natural con el que hacemos nuestra miel, quiero transmitirle a la gente que este es el camino al que debe apuntarse, sin agroquímicos que hoy en día están matando toda la biodiversidad. Buscamos que cada vez más polinizadores ocupen el mundo, sin dañar el planeta, porque los números igual dan”, asegura María Florencia Del Gener, en diálogo con TN, sobre su emprendimiento apícola.
“Miel de Campo”, como se llama su marca con certificación orgánica, es elaborada íntegramente en un establecimiento de la localidad bonaerense de La Flores, que es libre del uso de fitosanitarios. Sus padres, propietarios del lugar, son ingenieros zootecnistas y se dedican exclusivamente a la ganadería con el tradicional sistema pastoril.
“Mis viejos toda la vida tuvieron la misma política que yo, tienen una flora y una fauna increíble porque su campo siempre se conservó naturalmente, nunca usaron agroquímicos. Un apicultor, Santiago, alocaba colmenas en el lugar y empecé a interiorizarme en el tema. No tengo un título de apicultura, pero aprendí muchísimo y trabajo junto a él y mi novio Lucas, que también nos ayuda mucho en diferentes aspectos del proyecto. Arrancamos con 10 colmenas, y ahora tenemos cientos”, relata la joven de 26 años de edad.
La iniciativa comenzó hace dos años de manera informal. Primero, la miel era destinada al consumo familiar, pero hace unos meses creó la marca y comenzó a comercializarla en dietéticas y almacenes naturales de distintos puntos del país. Actualmente, fabrica entre 30 y 40 toneladas al año.
“Además, pueden hacerse encargos desde nuestra página web y redes sociales, donde los voy a responder yo. Hacemos envíos a diferentes lugares, que incluso a veces son sin cargo a partir de comprar determinada cantidad”, acota.
Una alternativa sustentable en Caminos y Sabores
Este año, se presentará por primera vez en la feria Caminos y Sabores, que desarrollará su 17° edición del jueves 6 al domingo 9 de julio en el predio de La Rural de Palermo, donde se exhibirán alimentos regionales de diversas localidades de la Argentina. “Nosotros entramos en el registro agroecológico y en la feria vamos a tener nuestra miel con certificación orgánica”, resalta.
En su stand, comercializará la miel multifloral en frascos desde 250 gramos hasta un kilo, polen y cera de abejas, entre otras alternativas. Además, Del Gener adelanta que buscará mostrarle al público que puede producirse “acompañando a la naturaleza”, sin descuidar la rentabilidad.
“Con mi proyecto busco mostrarle a la gente que quiere dedicarse a la agricultura, porque por ahí no le interesa la ganadería, que si se cuida a la naturaleza todas las producciones van a ser muy buenas y rentables. Se generan un montón de insectos polinizadores y otras plantas que van a proteger al cultivo. Pero eso no es a corto plazo. La gente se desespera, tira químicos, pero eso mata toda la biodiversidad que ayuda a que las plantas se reproduzcan. Hoy hay muchos ingenieros que se están dedicando a brindar asesoramiento para hacer una buena producción agroecológica y orgánica”, afirma.
Gracias a este proceso, asegura, la miel adquiere un sabor muy suave y sabroso. “Es un gusto muy particular, porque es un proceso totalmente natural, y por eso adquiere el sabor de la miel clásica, porque proviene de abejas que extraen el néctar de flores libres de agroquímicos”.
El arduo trabajo de emprender
Del Gener cuenta que complementa esta actividad con su profesión de contadora que desarrolla en la Ciudad de Buenos Aires. “El campo queda a 190 kilómetros, pero es como que vivo en ambos lugares, mitad y mitad. Yo me dedico más a la comercialización, pero cuando voy para allá hago apicultura a la par de Santiago”, asevera.
Al respecto, afirma que ella trata de interiorizarse sobre todo el proceso de producción e intervenir lo máximo posible en todas las instancias.
“Si yo voy a vender miel, tengo que ser apicultura, esa es mi regla. Porque necesito saber específicamente todos los beneficios que tiene, para poder transmitirlos cuando la venda. Por eso, me pareció fundamental aprender al máximo sobre la actividad”, enfatiza.
En ese sentido, Del Gener destaca: “Cuando empiezo a hacer algo, si me gusta, me cuesta dejar tiempo para otras cosas, porque me meto demasiado. Me gusta escribir todo yo, y transmitirlo, me ocupo también de todo lo que es el diseño de las redes y mi web. Me gusta poner muchas flores y colores en los diseños, darle esa onda a la marca. Me lleva muchísimo tiempo, pero cuando es algo que te apasiona, se disfruta mucho el camino”.
En cuanto al envasado de la miel, asegura que optan por productos nacionales. “No hacemos importación, intentamos siempre buscar acá las herramientas, porque las hay. Por ahí, a veces, no conseguimos el frasco de vidrio con el dibujito de la abeja. Pero siempre creo que es bueno manejarse en el país, porque las posibilidades están”.
En ese sentido, asevera que le gustaría exportar de cara al futuro, pero en principio piensa en expandirse más en el ámbito doméstico. “Es fundamental que el producto primero crezca en el país. Amo a la Argentina y creo que tiene mucho para darnos. Si buscamos lo negativo, se encuentra fácil, pero la idea es acompañar al país y por eso para mí lo primordial es lo local. Aunque obviamente me gustaría llegar a otros lugares del mundo”.
En ese sentido, Del Gener remarca que ha logrado que su emprendimiento sea rentable y que toda la recaudación trata de reinvertirla.
“El negocio cierra, aunque pondría rendir más. Pero mi cabeza está puesta en concientizar sobre el cuidado del planeta. En algún momento los resultados llegan y es cuestión de ser constante, tenemos muchas ideas a futuro y vamos a seguir metiéndole ganas”, finaliza.