En las últimas semanas muchos productores bovinos, ovinos y equinos vivieron escenas similares y en la mayoría de los casos la principal sospecha es que se trata de intoxicaciones por ingesta del escarabajo 7 de oro (Astylus atromaculatus), pero aun no existen certezas de que esa sea la causa en todos los casos.
«El veterinario abrió una de las vacas muertas y se encontró una hemorragia en la zona intestinal igual que las fotos que circulaban. La conclusión a la que llegamos es que fue por 7 de oro, aunque tendría que haber alguna otra deficiencia previa en el animal, porque he escuchado en otros campos que tenían la alfalfa llena de estos bichos y no se les han muerto vacas», dice Bernal.
EFECTO SEQUÍA
El escarabajo conocido como 7 de oro es un insecto que suele colonizar lotes de maíz pero que por el retraso en la floración se mudó a lotes de alfalfa florecida.
El Servicio de Diagnóstico del INTA Balcarce emitió un alerta sanitario por mortandad de bovinos y equinos y describió los síntomas que muestran los animales al ingerir pasturas o henos infestados por 7 de oro, entre los cuales está el shock y muerte, la ulceración bucal, los cólicos, taquipnea y taquicardia, anorexia, sudoración, heces blandas, disuria y palpitación diafragmática sincrónica.
Según explican, el problema afecta principalmente a los caballos, pero también se está observando vacas adultas, novlllos y vaquillonas muertas en diversas zonas.
“Por la sequía hay retraso en la floración de las especies que suelen atacar los insectos, como el maíz, por eso buscan el polen en las pasturas de alfalfa florecida. Polinizan el maíz y el girasol, pero ante la falta o por proximidad van a la alfalfa y al cardo en flor. Además probablemente la sequía hizo que mucha flor autóctona o implantada no esté presente y la alfalfa era lo único y se concretó el bicho en esos lotes”, describen los agrónomos.
Las necropsias realizadas por veterinarios a vacas muertas en los últimos días muestran una importante presencia de estos pequeños cascarudos negros y amarillos en el rumen.
Pero también existen otras hipótesis. El reconocido entomólogo Jorge Frana afirma que si fuera el 7 de oro el causante de las intoxicaciones, todas las vacas de los departamentos San Justo, de Córdoba y Castellanos, de Santa Fe deberían estar muertas porque siempre estuvieron en los ramilletes florales de la alfalfa. Para Frana, otro insecto sospechoso que debería ser tenido en cuenta es el conocido como Uriburu (Epicauta leopardina), de la familia de los meloidos, que al igual que el 7 de oro es capaz de liberar la toxina esperidina.
RECOMENDACIONES
Ante casos sospechosos de muerte por intoxicación, lo primero que recomiendan los profesionales es realizar análisis de los animales y observación tanto de los lotes como del heno o los rollos, donde el insecto puede sobrevivir.
El alimento sospechoso de estar infestado lógicamente debe ser eliminado de la dieta de los animales. Una opción es cortar la alfalfa y esperar a que se sequen las flores para que el insecto se vaya. Otra opción es la fumigación. «Lo que funciona bien básicamente son insecticidas de volteo (bombitas de piretroides o fosforados como clorpi el que tenga stock) Recomendados: 80cc3/ha de Lambda al 25% está andando bien, así como bifentrin», detallan.
Para los animales potencialmente intoxicados, los tratamientos que recomiendan los veterinarios son la descontaminación gastrointestinal (carbón activado, aceite mineral), terapia sintomática (Fluidoterapia para la deshidratación y diuresis), analgésicos, antibióticos de amplio espectro y reposición de calcio (si está justificado).